Kombucha: el elixir de la vida 🤩
Tras el té matcha, la kale o el agave, llega peligrosamente a nuestras neveras el Té Kombucha... y que tiene esta bebida que se ha puesto tan de moda en los ultimas años?
No soy una persona especialmente defensora de las modas porque sí, simplemente vivo, dejo vivir y que cada uno pruebe y disfrute a su manera.
De hecho siempre y cuando las “modas healthy” que nos invaden últimamente no se conviertan en una obsesión, incluso las aplaudo. Al igual que pasa con el Running o el CrossFit, las modas que nos empujan a llevar una alimentación más sana, a cuidar de nuestra salud y encontrarnos mejor, para mí son siempre bienvenidas.
Actualmente y dada mi situación de salud que muchos de vosotros conocéis, desde hace unos cuantos meses decidí cuidarme aún más de lo que lo hacía antes y sustituir mis vermúts y vinos por ciertas bebidas que voy interpretando, buscando, adecuando a mis gustos y a mi bienestar.
Adaptar ciertos hábitos ya no puntualmente, sino crear un nuevo estilo de vida para siempre!
Pero realmente es bastante complicado huir de los estereotipos de las “bebidas sin alcohol” cuando cuando sales a altérnar de pinchos, a comer o cenar por ahí, o actualmente en casa, ya que se ha convertido en un indispensable en mis fondos de alacena y parte importante en mi dieta saludable... mosto, sidra, agua, agua con gas, refrescos carbonatados que ninme gustan ni aportan, bebidas dulces y aburridas.
Alguien me puede iluminar con alguna alternativa (que no sea agua) para comer o cenar en un restaurante, para disfrutar con alguna bebida pero sin alcohol? 🤔
Así que hoy te cuento que yo también he sucumbido a la bebida de la que todo el mundo habla: el té kombucha, que me encanta a la hora del aperitivo o incluso para comer, cenar y eso que hace unos pocos meses ni tan siquiera me gustaba, creo me estoy haciendo adicta (sin obsesionarme) a esta bebida, ya que tiene además unos beneficios para la salud que son la pera Y me parece una extraordinaria alternativa ante otras bebidas.
Por si te apetece descubrir lo que es la Kombucha, o incluso espero que te atrevas a probarla, a lo cual yo te animo... te cuento que el origen de esta bebida se remonta a más de 2000 años atrás entre China y Japón y era considerada el “elixir de la vida” o el “té de la inmortalidad” para los emperadores obsesionados con ser longevos y por qué no inmortales?! y samuráis en busca de energías para las batallas!
A día de hoy es altamente apreciada por sus efectos estimulantes, curativos y por supuesto por su rico sabor, que aunque te cueste al principio, te recomiendo que como yo, le des una segunda oportunidad, porque merece muchísimo la pena!
La Kombucha, es una bebida milenaria fermentada, no alcohólica, a base de té o infusión azucarada. La fermentación se consigue a través de un cultivo de bacterias (no te asustes) y levaduras que reciben el nombre de SCOBY y que sus siglas en inglés significan Symbiotic Culture Of Baceria and Yeast, o lo que es lo mismo en cristiano “comunidad simbiótico de bacterias y levaduras”.
La fermentación (de té, azúcar, bacterias y levaduras) da como resultado una bebida refrescante y con gas “natural” (no añadido) fruto de la fermentación con ese hongo de forma absolutamente natural, viva y llena de Probioticos (como le pasa al kefir), que ayuda entre otras muchas cosas a restablecer la flora intestinal, adelgazar, hacer mejor las digestiones (interesante ahora que la Navidad está tan cerca) y a mejorar nuestro sistema inmunológico.
En una segunda fermentación si le añaden los sabores deseados y como resultado final tenemos un refresco saludable de fina burbuja natural, con un alto poder de conservación y que puede acabar siendo, te lo juro, adictivo!
Me parece una alternativa genial para brindar y disfrutar de otras bebidas con burbujas que no sean el champán, el cava o la sidra.
Yo he estado probando varias marcas con varios ingredientes y creo que las que más me gustan son las de jengibre con cúrcuma, por su sabor que me chifla, sin lugar a dudas. También hay sabores a té verde, de frutos rojos, de jengibre limón, de zanahoria y cúrcuma... un amplio abanico de sabores y colores.
Normalmente los formatos vienen en botellitas de cristal estupendas para reciclar, de 250 o 500 ml y se conserva en la nevera tan ricamente.
Yo al principio, como muchas otras personas no entendía bien cuál era el sabor de la Kombucha cuando la probé por primera vez, pero me encantaría que la probaras si aún no lo has hecho y me contarás que sentiste tu la primera vez que tomaste Kombucha.
Porque hay algo en lo que todos coincidimos: cuanto más la tomas, más te gusta!
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