ASADOR SAN LORENZO. BURGOS.

Uno de los detalles más característicos de la ciudad de Burgos, este Burgos tan nuestro, además de la majestuosa catedral que tanto nos enorgullece, el frescor norteño que aparece cuando menos te los esperas (este nos gusta menos), es sin duda la gastronomía, eso que yo llamo el buen comercio y el buen bebercio.
Y es que de los que andáis por aquí... que levante la mano quien sea un gran disfruton? -mas de uno y de una estoy viendo yo desde aquí- que os conozco pájarones!

No se si a ti te ocurre cuando paseas cerca de la catedral y la ves erguida, impasible allí a lo lejos, o te encuentras justo a sus pies, ella, tan llamativa y preciosa ante un ancho cielo plúmbeo o en contraste con el maravilloso cielo azul burgalés que siempre te resulta tan bella, tan única, siempre llamando tu atención, siempre.
Esa sensación me encanta!


Al igual que me encantan los platos típicos de nuestra tierra, la morcilla, el lechazo (que aunque tampoco para todos los días), de vez en cuando me da gustirrinin eso de “ser turista” en mi propia ciudad y darle un buen homenaje a mi cuerpo “serrano”.
Tu que me conoces sabes que me pirro por un ramen calentico, un menú degustación de lo más sofisticado, pero hay una cosa aún más cierta: me pones delante de un buen plato “de toda la vida de dios” y arrasó hasta con la vajilla. ¿La condición? Que se haga con unas ganas locas y ese “productazo” tan nuestro.

Pero no te pasa que al final recurres siempre a los mismos restaurantes? A mi me ocurre que me habitúo siempre a los mismos y al final no salgo de mi zona de confort...y eso no puede ser, porqué hay vida más allá de los clásicos de siempre y vida más allá del centro.

Lo bueno es que brote la maravilla y encuentres locales como el Asador San Lorenzo, situado en la Carretera de Poza, 81, que realmente llegas en plis/plas y merece la pena.



Todo un clásico en Burgos del lechazo en horno de leña (a la vista) que me ha sorprendido muy gratamente por su amplio y acogedor comedor, la amabilidad y profesionalidad de todo el equipo que te hace sentir como en casa y por supuesto sus sabrosas viandas, disfrutando en todo momento de una tranquila y agradable comida en la mejor compañía!



El Asador San Lorenzo consigue crear un ambiente con sabor a hogar, donde da gusto llegar, compartir una comida tradicional alrededor de una mesa y quedarse con ganas de repetir más veces.

Y es que cuando conoces a Lorenzo, hombre amable, dicharachero y el alma del local, ya sientes el espacio como tú hogar, lleva toda la vida en esto de la restauración y esa experiencia se nota, consigue que todos los clientes puedan relajarse, dejarse llevar y disfrutar de los placeres más sencillos...




Y cuál es su propuesta?
Platos clásicos con sabor, sin floritutas que valgan, que preparan a diario con el mejor de los productos y siempre trabajan con corderillos lechales con el sello de Denominación de origen.
Tienes la opción de pedir libremente a la carta entre una ampliación selección de platos tradicionales para el picoteo como: la morcilla de Burgos, cecina, revueltos, ensaladas, ideales para compartir y platos principales a base de pescados o carnes como las Chuletillas de cordero, o el chuletón.

Pero atento! porque para no volverte loco al no saber que pedir ya que te va apetecer todo, en el Asador San Lorenzo te lo ponen fácil, ya que que puedes elegir entre el Menú degustación y el Menú San Lorenzo... que consta de varios entrantes y un segundo plato más potente a elegir, para todos los gustos y tamaños de estómago, je, je, je...!

















¿Como regar la comilona? Tienen unas 400 referencias de vinos a elegir, pero si te decantas por los menús, el vino está ya incluido (así no tienes ni que pensar).
Este clarete de Ribera del Duero, es el que ofrecen con los menús, sencillo pero correcto.



Para esta homenaje y dado que éramos cuatro comensales, nos decantamos por pedir dos menús de cada, José Manuel Lorenzo muy amablemente,  nos lo “apañó” de tal manera para que pudiéramos compartir los entrantes y así probar un poco de todo. El plato principal por unanimidad fue el lechazo con su ensalada!
Todo, todo, realmente rico, elaboraciones sencillas, platos clásicas, pero con saborazo y buen producto tratado con mucho cariño y eso se nota, porque al final es lo verdaderamente importante!



La parte golosa que también está dentro del menú llega cargada de variedad de postres...desde los más naturales hasta los más potentes, aquí no me pude reprimir y ya que un día es un día, a lo loco!






Y es que en el Asador San Lorenzo, cocinan con esmero, sirven con dedicación y amabilidad, si a todo esto le sumamos, que puedes venir aquí a vivir y gozar sin gastar mucho, como se te queda el cuerpo?
No se que haces que aún no has llamado para reservar!















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