EL RETIRO. PANCAR.

Si existe un lugar en la faz de la tierra que me tenga más loca, donde siempre estoy deseando volver, que me produce alegría de vivir, donde me evado de todo, disfruto como una enana y que me que mantiene IN LOVE durante todo el año... todo aquel que me conoce sabe más que de sobra que ese lugar sin duda alguna es Llanes y por ende todos sus pueblos y sus más de cien playas de alrededor, en definitiva Asturias, tal cual!



¡Ay Asturias! es mentar tu nombre y soñar con paraísos de montañas verdes e idílicos paisajes, con sus maravillosas gentes, sus pueblitos costeros, sus playas, hasta incluso su “orbayu” y por supuesto me presta su espectacular gastronomía con sus sidrinas.

Y es que estando tan cerquita de Llanes ya me tocaba acercarme a PANCAR a tan solo 3 km un pueblito ideal, perteneciente al concejo de Llanes.

 Llegar tiene su pequeño truco, no creas, y es que su dirección: carretera del Pancar sin número despista al GPS más avezado. Así que para que no te pierdas cuando vayas, lo mejor es coger la carretera a Pancar que sale desde la estación del tren en Llanes y conducir recto hasta llegar al pueblo, a unos pocos metros estate alerta porque la fachada de EL RETIRO más famoso de la zona, es muy discreta y pasa pelin desapercibida ante los ojos, pero no tiene pérdida alguna si estás atento a mis indicaciones!



Así que a Pancar llegué (con mi chofer particular, para no perderme) con mucha curiosidad y con muchas ganas por conocer y disfrutar en el restaurante del chef Ricardo González Sostres, El Retiro, galardonado dede 2015 con una estrella michelin



Ricardo Sostres es un hombre sencillo, tímido y muy amable que se emancipó de la cocina de su maestro y amigo Nacho Manzano (Casa Marcial) para coger años más tarde la riendas del chigrin de su abuela en la aldea de Pancar allá por el 2010 y que seguro jamás imaginó que pasado un tiempo lograría introducirse en el interesante e inmenso universo de la guía michelín!
Ricardo es capaz como pocos de hacer brillar con todo su esplendor cada producto elaborando con gusto, elegancia y mucha Estrella todos sus platos.

El restaurante principal no puede gustarme más y me encandila desde el primer momento, un espacio agradable que invita al sosiego a través de la calidez, el silencio y la tranquilidad de su entorno.



Paredes de piedra, vigas de madera, varias mesas divinamente preparadas e inmaculadas llenan de encanto el local manteniendo ese sabor asturiano con toques rurales sobrios, arropando todo ello la luminosa y elegante sala entender un ápice de su esencia. 





En la que además unas maravillosas y espectaculares esculturas del artista llanisco Kiko Miyares, salpican sutilmente algún que otro rincón de la estancia otorgandola de personalidad y arte contemporáneo.





Si no sois más de cuatro, pide la mesa del fondo, un coqueto reservado abierto a la sala, vale la pena!



El Retiro cuenta también con otro espacio más íntimo y personal, parcialmente escavado en una pared de roca viva, otro rincón espectacular del bellísimo lugar donde además tiene cabida la particular bodega de Sostres con algunos de los vinos singulares y sobresalientes de referencias que no suelen verse en otras cartas, sin duda un lugar único y encantador.

En este agradable restaurante puedes elegir entre los distintos platos que tienen en su carta o también puedes regalarte una experiencia gastronómica con dos menús degustación: el menú Pancar (más corto, que te recomiendo para las cenas) o el menú Llanes (algo más largo que me parece perfecto para una comida y si eres de muy buen saque puedes también atreverte con la cena...).



Comienza mi particular paseo culinario junto a una copa de cava  Esparter Brit reserva del Penedés, un delicioso blanco espumoso de producción muy limitada y de una laboriosa elaboración. Sorprendente por su elegancia, complejidad, acidez equilibrada, agradablemente aromático y fácil de gustar. 



Para continuar con una sidrina achampanada Viuda de Angelón, una maravilla con fina burbuja y perfecta para maridar todo lo que allí acontecía.



El menú elegido para la ocasión es el menú degustación Pancar, probablemente la mejor manera de introducirse y conocer la cocina y el universo gastronómico de Ricardo.
Un menú con una visión plena de contrastes y raíces regionales, que fusiona con fuerza el mar con  la montaña en todas y cada una de las creaciones de este chef asturiano. Una cocina sincera con mucho alma, de proximidad y auténtica, que ya te anticipo me ha enamorado de principio a fin.

Unos gloriosos pequeños y apetitosos aperitivos entran en acción con una mantequilla artesana con ajo morado de las pedroñeras acompañada de un pan de snack, una brandada de bacalao con la piel muy crujiente con aceituna kalamata y naranja.



Una exquisita sardina asada sobre una base de pan una crema de queso asturiano con tomate dulce, finalizando y sin perder ripio concluyen los sutiles entrantes con un espectacular tartar de quisquilla con sobre un limón verde con una acidez perfecta, que estaba de infarto y una croqueta cremosa de jamón suave, pura delicadeza y llena de sabor totalmente adictiva.





Un inicio prometedor que me lleva hasta el primero de los platos principales con un ”todo al verde”: aguacate con crema de ajo blanco, almendras, un helado de mostaza verde (muy rica) y caviar. Sabor agradable y fino, pero quizá poco sorprendente a mi paladar, sencillo.



El Foie asado, anguila ahumada y ajo negro de las Pedroñeras sobre guiso de lentejas, que me recuerda a esos platos franceses tipo nouvelle cuisine, muy sutil, meloso y con un gran sabor profundo y potente, muy reconfortante.



El desfile continúa con un bacalao con guiso de sus callos garbanzos y azafrán flipante, continúan uniéndose el mar con la tierra a través de renovadas elaboraciones con guisos como este, muy tradicionales con saborazo para el mayor de los disfrutes.



Por supuesto en el último pase no podía faltar uno de los productos estrella local... el Pitu de Caleya (pollo de corral) que en este caso lo degusté, acompañado de arroz. Un plato generoso en todos los sentidos resultando una sublime interpretación del arroz con el Pitu juntando ambos ingredientes de manera muy natural y sencilla, sin opacar el sabor tradicional de los productos.
Servido como antaño para así cada comensal servirse lo que guste.



La parte dulce llega con un postre espectacular con un Tocinillo, maracuyá, mango y cítricos, una maravilla de bocado refrescante que además consigue bordar la perfección de la acidez.



Pero por si esto fuera poco para rematar este menú redondo aún queda la pequeña tabla de quesos que degusto de menor a mayor intensidad de sabor de la zona de asturias con membrillo sin olvidar los súper cuquis petit four de leche, te verde y avellanas con canela.





Exquisito servicio a cargo de Elena y todo su discretisimo equipo que en todo momento estuvieron pendientes de cada detalle con una amabilidad muy agradable, pero sin agobiar!

Y no quería dejar pasar la ocasión sin mencionar la espectacularidad de todos y cada unos de sus platos, me refiero a la vajilla y cubiertos tan ideales de diseño, originales y preciosos, a lo que yo doy tanta importancia porque precisamente son esos pequeños detalles los que hacen a los lugares grandes y especiales.



El Retiro es unos de esos lugares que seguro va a mas en mi recuerdo con el paso del tiempo, un restaurante a tener muy en cuenta, que se debe valorar porque aquí hay un cocinero que merece una gran atención por esa gastronomía tan asturiana, tan suya y personal basada en los sabores de su pasado y que utiliza un productazo del bueno, creando una carta viva y muy apetecible donde tan importante es la técnica como la temporalidad.



¡Muchas gracias Ricardo o por tu amabilidad y por hacernos disfrutar de tus maravillosos platos, con la que llegamos a tocar el cielo!


Un descubrimiento, un placer y un sitio al que ya estoy deseando volver a disfrutar de su menú más largo y maridado!



Vente al Oriente de asturias y simplemente disfruta, ven a El Retiro a probar un desfile de deliciosos platos, porque sí, es posible bajar a la tierra para darle una alegría a ese cuerpaso serrano que tienes, así que ¿a que esperas para reservar?

El Retiro como un templo del oriente que va a más por la simple necesidad de querer hacerlo mejor día día. No lo dudes y ven?

Puxea Asturias!





Comentarios

Entradas populares