EL INVERNADERO DE MARIA LUISA. BURGOS

Bueno, pues ya está. Frío. Así, en toda la cara. Cálidas fotos veraniegas sustituidas por adorables jerseys y un interminable Pantone otoñal. Aunque tampoco dramaticemos ¿no?
En el fondo me encanta que la ciudad se lleve otra vez de vida, pero sobre todo de sitios que nos dejen con la boca abierta y bien preparadita para probar comida. Mucha comida. Y es que al “Cerrado por vacaciones” le sigue el “Inauguramos por todo lo alto” y esto se convierte en un jolgorio de aperturas gastronómicas con las que volver a enamorarme de Burgos. Porque si hay algo que “le pone” a esta ciudad es abrir nuevos locales, a mí descubrirlos y compartirlos ¿contigo?

Así, como recién descubierto y estrenado te presento El Invernadero de Maria Luisa un Gastrobar ecológico muy molón, situado en plena Avenida del Cid, en el número 42. Un lugar con mucho encanto y alma, muy eco que pertenece al grupo del hotel María Luisa, que ha creado este moderno espacio pensando en una cocina con conciencia, basado en productos orgánicos, artesanos y muy de la tierra. 



El Invernadero de María Luisa es uno de los proyectos gastronómicos sostenibles y verdes más apetecibles ahora mismo de Burgos. Restaurante bonitisimio, de cocina sana con opciones para veganos y vegetarianos, que dispara directamente al corazón con una propuesta original, divertida y lo más importante deliciosa, del tipo de “cierro los ojos del gustete”.



Asi que querid@... convoca al tus papilas gustativas porque tienes una cita con un festín de sabores la mar de curiosos. Los remordimientos de conciencia no están invitados, ni se los espera :) 
¡Vamos!



Aunque desde la calle a simple vista no llama en absoluto (a priori) la atención, ni te imaginas que en cuanto cruces su puerta puedas encontrarte un lugar encantador, agradable, coqueto... un luminoso espacio renovado muy alegre, lleno de color y de detalles muy cuquis, con espíritu healthy and chic, pero lo más importante con una carta de cocina deliciosa y sí, ¡sana!



Un espacio dividido en dos plantas, en la primera aguarda una larga barra con unas pocas mesitas al fondo y en la planta superior su coqueto comedor con varias mesas de cristal y sillas rollo “Art Deco” y un pequeño rinconcito, así, como más íntimo.






Ojo al papel de sus paredes invadido de naturaleza, me rechifla!



Si eres de los que piensa que comer sano es aburrido... El Invernadero de María Luisa te quitará rápidamente esa idea de la cabeza, aquí cada bocado es una explosión de sabores, de esos que te hacen “mmmmm!  y no se olvidan fácilmente ¡el paraíso “verde” de los disfrutones! 



Mi rincóncito favorito que me tiene In Love...





En  su carta encontrarás ”platillos” (para compartir en plan picoteo) y ”platos” (un poco más contundentes y formales, aunque también se pueden compartir...) con fusiones de las cocinas de todo el mundo, elaborados con ingredientes frescos y de temporada de primera calidad, además todo se elabora de principio a fin en su cocina 100 × 100 homemade.

Podemos decir que en El Invernadero de María Luisa hay muchas opciones veganas y vegetarianas como sus ensaladas, las brochetas de Seitan, la berenjena confitada o las verduras al curry, pero también hay platos mas carnívoros por supuesto: tabla de jamón ibérico, tira de ternera asada, pollo al chilindrón e incluso cordero lechal cocinado a baja temperatura sin perder su jugo.

Además cuentan con un ”menú diario” que está fenomenal de precio, consta de un Power Balls saludable y súper completo a base de ensalada de temporada con frutos secos o queso vegano + sopa, crema o legumbre del día + Quinoa, arroz o mijo + más guiso de Seitan, que se puede sustituir por carne.... postre del día, o infusión o café + botella de agua hidrogenada kilómetro cero.



Pero tranquilo porque en El Invernadero piensan en todo y en todos y siempre puedes pedir algún plato de los clásicos que siempre triunfan como la morcilla de Burgos, el chorizo al vino, o la Tosta de jamón de Jabugo y pan tumaca.

En cuanto a las bebidas no podían faltar las cervezas artesanales y una amplia variedad de vinos eco tintos, rosados y blancos de diferentes puntos de España fermentados varios de ellos con levaduras salvajes, sin pesticidas, agricultura biodinámica en toda regla.



Sin olvidarnos de la súper variedad que tienen de Kombuchas una bebida tipo té de diferentes sabores...

Si no lo conoces te contaré que la Kombucha no es una bebida nueva, cuenta la leyenda que nació en Asia hace miles de años y es una bebida con delicadas burbujas naturales y un sabor agradable pero es mejor que vengas comprobándolo tú mismo, ya me contarás!



Me encanta este lugar para un picoteo informalote o una comida desenfadada, siempre en buena compañía y aquí en el invernadero de María Luisa te van a demostrar además que las verduras no tienen porque ser aburridas,  ya que saben cómo tratarlas para sacarse de la manga platos ricos.

Yo probé todo para compartir entre tres personas humanas: la tosta de shitake/hongos de temporada con queso cremoso de cabra y alioli de ajo negro, sencilla elaboración pero muy sabrosa con la base del pan tostadita.



Degustación de humus clásico de garbanzos, de pimiento y de remolacha con crudités y totopos, un picote ligero y sabroso, me encanta probar humus de diferentes hortalizas...



He de reconocerte que hacía mucho tiempo que no probaba el Seitan, ya no me acordaba de su sabor, así que probé unas brochetas de Seitan a la parrilla con tomates Cherries y pimiento asado, (por si te preguntas que es el Seitan...digamos que suele llamarse también la carne vegetal, se trata de un alimento basado esencialmente en el gluten de trigo y a pesar de ser vegano se parece mucho a la carne, pero sólo se parece).
Unas brochetas deliciosas con una textura y un acompañamiento fantástico.



Patatas el invernadero, elaboradas con un 90 % menos de aceite y salsa de mojo, pero no muy picón por no decir algo ya que realmente no picaban absolutamente nada. Las patatas aunque servidas demás de templadas, estaban sabrosas aunque la pega que las pongo es precisamente que la salsa mojo típicamente picante no lo hacia. 
Así que si te gustan picantes tienes que advertirlo cuando las pidas, para que te la sirvan potentes!



Entre vegetal y hortaliza, voy regando el asunto con un tinto Ribera del Duero de Torremilanos, con cuatro meses en barrica de de roble francés, frutos rojos maduros y un pequeño toque a madera, no utilizan fertilizantes y siguen las técnicas de la agricultura biodinámica.



Concluimos la velada con un guiso de verduras al curry con leche de coco... flipante este plato, el que más me gusto sin duda y es que reconozco que soy adicta al curry, una delicia que se utilizaba el sur de la india en recetas elaboradas con una “potentorra” y ardiente especia del árbol del curry. 
Los británicos la probaron y cayeron In love, pero descubrieron que su aroma solo duraba tres días y le agregaron un buen puñado de especias para venderla. Hoy, ya sea en formato pasta o en polvo el auténtico curry es una mezcla de especias utilizada en los guisos y estofados de las cocinas del este y sureste asiático: lo esencial es que lleve cúrcuma, cilantro, comino, mostaza negra y alholva o fenogreco, pero puede incluir cardamomo, ají, anís...



Después de esta chapa, que me vengo arriba enseguida yo sola, te diré que me chiflan las diferentes maneras de poder disfrutar del sabor de las verduras acompañadas de arroz tipo Thai y unas deliciosas gambas, con esta mezcla de exóticos sabores más cítricos, refrescantes e intensos, que te teletransportan a una playa tailandesa. ¡Altamente recomendable!

Conste, que me quedan muchas ganas de probar el resto de sus platos y por supuesto los Súper Bowl, pero quería adelantaros este descubrimiento lo antes posible para que disfrutaras de él, así que volveré y ya os contaré mas en profundidad!



El sabor de la comida comida 100 × 100 ecológica y deliciosa, cocinada con mucho amor, disfrutando en un ambiente agradable...no podemos pedirle más a El Invernadero de María Luisa! bueno si, que las patatas con salsa mojo... piquen más, ji, ji, ji!



Ellos rezan en la carta con un “Somos lo que comemos”... yo voy un poco más allá y añado que salud no es solo lo que comes, también es lo que piensas y dices!




Y con esto y un bizcocho crudivegano hasta la próxima y ¡a morir de gusto!

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