CASA ENRIQUE.GRANADA.

“Vividor de momentos, no hay camino: se hace camino al paladear, degustar y disfrutar”... dice el dicho (¿o me lo he inventado?). Sea como fuere, una cosa es cierta: los disfrutones peregrinamos, dios sabe que a donde haga falta, en busca del sabor y la jarana. Y si de peregrinar se trata, este ha sido mi verano, de acá para allá, un verano muy multidestino hasta llegar Granada, tierra soñada por mí, la ciudad del cantar gitano de coplas preciosas, que conserva el embrujo y la magia en cada uno de sus rincones y en sus maravillosos puestas de sol. 



Un lujo de ciudad lleno de arte y ojo...porque además las calles de Granada esconden mil tesoros gastro.
Invoca a tus papilas gustativas ya que esta recomendación fue toda una experiencia religiosa para mí!

Anda que no hay (puedo dar fe) lugares, locales, bares, tascas de todo tipo, condición, con su tapeo que es toda una institución en la ciudad de la Alhambra...te lo cuento porque después de peinar toda la zona típica del centro de Graná, el Albaicín, el Sacromonte...no se si fue cosa de la providencia, de la divina casualidad o incluso del destino, el caso es que descubrí La Taberna ENRIQUE de la manera más fortuita... y que bien!



Allí estaba yo, curiosa, frente a su puerta, ante sus dos barricas que dan la bienvenida a pie de la calle Acera del Darro 8, ante mi se encontraba la mítica Taberna Casa Enrique, fundada en 1870 (la taberna más antigua de Granada) muy conocida por los vecinos de la zona, pero casi nada por los turistas. Así que el local tiene una carga hereditaria encima de cuidado, ya que ha pasado a formar parte de diferentes generaciones caracterizadas por su cercano trato, haciéndote sentir como en casa.

En el momento en que cruzas el umbral te transportas al siglo XIX, viajar en el tiempo entre cuatro paredes se torna tarea complicada cuando de lo que se trata es de un bar, pero aquí, en este curioso lugar hasta casi se consigue, siendo además una experiencia emocionante.
La Taberna Enrique tiene alma de verdad, una larga barra de madera oscura (ahora neocastiza) a un lado, lleno de barricas al fondo aguardando dulces brebajes, botellas, fotografías en sus paredes y pequeños detalles que forman parte de su decoración y que te van atrapando lentamente dejándote disfrutar del ambiente que te va atrapando sin que apenas te das cuenta... y es que estás tan cómodo en este lugar!



Aquí, se respira jolgorio, alboroto, parranda y es el sitio perfecto para entrar a por el primer vermut del día y salir a las 18 de la tarde (ya que la taberna emana un ambiente desenfadado y divertido que engancha desde el minuto uno), después de haberte pegado una buena comilona a base de raciones y picoteo bien sabrosos. Su propuesta es clara: sencillez, productazo, una oda al aperitivo y al buen producto de picoteo en general.

Pero desde luego lo mejorcito que tiene esta taberna es a Enrique, dueño y artífice actual de este divino lugar que tiene tanta magia como la propia ciudad de Graná.
Enrique, sin duda, es el alma del lugar llevándose a todos los clientes de calle  tanto a los parroquianos de diario como a los curiosos turistas como yo, con su discreción, amabilidad y por supuesto con sus múltiples anécdotas y el buen gusto que tiene por la gastronomíapreocupándose por aconsejárte bienen todo momento.

Las raciones y tapas que se sirven en la Taberna Enrique así como su gastronomía líquida son variadas y de primeras calidades, te recomiendo que pruebes las tablas de jamón ibérico de bellota que además corta de una manera súper curiosa, los sublimes quesos, las anchoas del cantábrico, sus embutidos variados (tiene hasta morcilla, no de Burgos aunque Enrique la ha aprobado, pero muy curiosa y rica)...todo ello preparado con mucho cariño.



Enrique es todo un experto, sabe lo que se hace y lo que despacha en su casa... asi la sobrasada, se la hacen en Mallorca, el foie es el que probó la primera vez que llego a París y el vino… de lo mejor si te dejas asesorar, reconocidos y exquisitos vinos de Ribera, La Rioja alta, de La Mancha, una bodega de lujo!
Aunque también puedes disfrutar de un buen cava (y eso es menos frecuente en un bar en Andalucía) o de los vermuts, los finos y manzanillas (de grifo) que atesora en las múltiples barricas que se encuentran al fondo del bar. Productos bien honestos, de esos de toda la vida.



Así que si tienes intención de pasar por Granada, no puedes, ni debes dejar de visitar este fantástico lugar y moverte entre sus tapas, vinos y raciones.
Taberna Enrique es un lugar molón, todo un lujo para los amantes de los lugares con encanto, auténticos y únicos, un templo en el que adorar el buen comer, el buen beber y por su puesto el buen flamenco, con el cantaor granadino Manuel Lorente, un auténtico lujo para los sentidos gozar de su presencia, toda una suerte!

Todo para repetir, palabra... donde además me lo pasé pirata.
Mil gracias Enrique por tu cariño, generosidad y sapiencia, sabes que en Burgos tienes unos amigos!







Comentarios

  1. Una parada reparadora en Casa Enrique es además un verdadero disfrute para los sentidos y un regalo para el cuerpo y el alma: Gracias Enrique

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  2. Hola,compas, por favor necesito el movi de Enrique ya que perdí su número, soy el periodista Oscar Castelnovo, de la Argentina, escribí en varios sitios sobre Casa Enrique y lo seguiré haciendo. Abrazo para todxs!!

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  3. Encantada de saludarte Oscar, me llamo Berta!
    Ya leí tu estupendo texto de Casa Enrique, de hecho fue Enrique el que me lo pasó!
    Te envío su número de móvil para que volváis a estar en contacto!

    +34 606 76 93 51
    Saludos y hasta pronto.
    Aquí tienes a otra admiradora de Enrique y su taberna!
    Confírmame que has recibido este mensaje para saber que tienes su contacto!

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