CÚRCUMA Y TIROLINAS. BURGOS.

Pausa. Stop. Detox.¡Tregua! Te lo pide el cuerpo: en Castellano, en inglés y hasta en chino mandarín. Después de tres meses de atracones de helados, fritos por aquí, tapas por allá y copazos en la piscina... necesito un descanso antes de que llegue el turrón - parece mentira, pero sí: ¡ya está casi aquí!- 🤦🏼‍♀️

Ahora que empieza el nuevo curso con grandes propósitos por mi parte como comenzar el gym y la operación bikini 2019 (si... no te rías que yo la comienzo ya, que luego me disperso, je, je, je...). Pero para ir poco a poco, me he propuesto una receta sanota... si, pero muy divertida y rica, que tampoco es cuestión de torturarse, por cierto te la recomiendo porque seguro te viene de lujo para darle a tu cuerpo esos mimitos que te está pidiendo a gritos!

Hoy me voy a andar por las ramas, así, literalmente haciendo el mono entre los árboles ... ahhhh que no te lo crees???

Quien me iba a decir a mi que me pasearía entre árboles, que me lanzaría de uno a otro en tirolina, a mí que me dan cierto respecto las alturas... pero ainsss amig@ que gran descubrimiento... y además aquí, en el mismísimo centro de Burgos... y es que Burgos mola mucho.

Por si aún no lo sabes o no te has decidido El Parque de Cuerdas de Burgos, abierto desde hace algo más de dos años, está ubicado en El Castillo y me parece una divertida alternativa de ocio para disfrutar en familia o con amigos (yo personalmente desconocía hasta hace poco) súper apetecible y recomendable.

Cuenta son seis circuitos de aproximadamente una hora de duración diseñados en función de la edad, para niños y mayores y de las dificultades. El circuito llamado circuito plus es el que tiene algún desnivel más para adultos... pero que ahora puedo decirte que está chupado!

Llegué pelin nerviosa ante lo desconocido y ante tanto cruce entre árboles en el corazón del parque del castillo, poleas, redes, tirolinas, pasarelas y demás enseres. Antes de comenzar la ruta, un joven y amable instructor explica las normas de seguridad y como engancharse y desengancharse de cada cable...dando las instrucciones pertinentes!

Una vez comprendido todo el importante sistema de anclajes llega la parte divertida...aunque al principio creí que era incapaz de realizar incluso el “circuito de niños”, el apoyo de los monitores (y de mis perfectos acompañantes) y la emoción del momento hicieron que no fuera nada complicado, al final resulta más fácil de lo que pensaba y enseguida cojo el “tranquillo” al asunto, ahora sí es la oportunidad perfecta para explorar el bosque desde una perspectiva nueva y así, experimentar la naturaleza en las copas de los árboles, mientras doy rienda suelta a la mona que llevo dentro. No te digo más que me quedé con ganas de quedarme horas y horas...

Lo cierto es que a pesar de mis reticencias iniciales, hacer el mono por los árboles y colgarme en tirolinas, me resulta una experiencia súper chula donde me desfogo y libero adrenalina a tutiplén, súper recomendable incluso si te dan miedo las alturas... pierdeseló! porque las distancias y las alturas son menos de lo que te puedas imaginar siendo accesibles para cualquier persona, de verdad.

Si vas con niños es una gozada porque los monitores (muy profesionales y amables) se encargan de enseñar y vigilar en todo momento y durante todo el circuito de ellos, dejándote a ti la independencia para disfrutar de tu circuito.

De principio a fin, me parece una manera perfecta de pasar una mañana o una tarde divertida y disfrutar de la naturaleza, aprovecha este “Mes de Octubre que aún tiene abierto” (los fines de semana) y merece muuchooo la pena, sino te tocará esperar hasta abril y para qué, si puedes disfrutarlo ya!

Te dejo el enlace por aquí: Parque de Cuerdas Burgoswww.parquecuerdasburgos.es/

Una vez concluida la jornada de aventura y con la adrenalina por las nubes que mejor que relajarse y dejarse querer en un lugar tranquilo, en petit comité con una de esas comidas reconfortantes, pero amables, en buena compañía. 

El cuerpo me pedía conocer por fin este nuevo espacio, Cúrcuma Green Food, inaugurado hace poco más de un par de meses y situado en la calle La Puebla 21.

Actualmente tan de moda hoy en día la comida ecológica y saludable, las dietas vegetarianas o incluso veganas, porqué no probar y aprender de un estilo de vida más saludable, cuidando nuestra alimentación para tener mejor bienestar o incluso una esperanza de vida más larga y mejor? 

Aunque muchos todavía podemos tener nuestras dudas al respecto, hoy en día esto ya no trata sólo de cómo te alimentas, sino que es toda una filosofía y una forma de ver el mundo y de como lo tratamos, e incluso a nosotros mismos.

Cúrcuma, es una monada de lugar, un espacio agradable, luminoso y acogedor con varios ambientes para disfrutar de saludables desayunos, comidas o meriendas. Es tan cuqui que desde su sencilla y suave decoración -apenas tienen elementos decorativos para que lo importante realmente, sean los sugerentes platos- hasta sus coloridos y sanos platos me parece todo fotografiable e instagramizable!

Esta ha sido mi primer visita de las muchas que seguro haga por aquí y desde luego deseo que sea todo un éxito de local ya que además escasean espacios diferentes de este tipo en Burgos; pero desde luego pienso que la clave de su éxito está clara: platos sencillos, honestos y deliciosos, así como el propio local y el trato que ofrece tanto el equipo como la creadora y alma de Cúrcuma Vanessa Baldy,  una mujer apasionada de la alimentación consciente y entusiasta de la divulgación para la mejora del estilo de vida a través de la alimentación.

Además cuentan con productos para que puedas comprar y disfrutarlos en casa.

Vanessa, sabe lo que se cocina y elabora platos  💯por 💯 veganos 🌱 preparados al momento, utiliza productos de temporada, ingredientes frescos, mucho verde y mucha imaginación para que además de disfrutar con su cocina te sientas como nuevo. Aunque va cambiando los platos semanalmente normalmente opta por las cremas, quichés y los veggybowl en sus diferentes versiones. De cara al invierno su intención es ir introduciendo platos calientes para el día a día, innovadores y divertidos, pero sobre todo con productos sanos, ricos y nutritivos para los amantes de las propuestas, los platos caseros y vegetarianos.

El sistema a la hora de comer me recuerda un poco al tipo buffet... es decir: pides en barra, te llevas tú los cubiertos, vaso, servilleta o el servicio que necesites y te avisan para recoger (nuevamente en barra) tú plato en cuanto está preparado.

Hombre, a mí esta “trama” no me agrada especialmente, me parece un poco coñazo, ya que si estás de charla tranquilamente... cada vez que tiene que levantarse un miembro de la mesa o varios a la vez,  parece estes de peregrinaje! 😳

La carta corta pero bien pensada y adaptada a la temporada - aún verano a punto de cambio- yo probé el Tabulé de quinoa, una refrescante y sabrosa ensalada a base de este pseudocereal libre de gluten y bajo en grasa, con sus vegetales bien picaditos. Quizá le faltaba alguna pizca de aliño?!

Me encantó el Quiché de almendra, mostaza, tomate, orégano y calabacín, digno de probar, con un sabor casero, natural y muy mediterráneo. La base perfecta y un compendio de sabores y textura perfecto.

Mi primer Veggybowl, por supuesto no me deja indiferente: Hamburguesas de arroz, espaguetis de calabacín, boniato asado, col lombarda con mostaza, kale masajeada, paté de alubias germinados y crudités... O lo que viene siendo el perfecto plato combinado, pero en versión sanota y muy bien presentado.

Cantidad de sabores y terminos nuevos sorprendentes, como por ejemplo el kale, que en mi vida lo había escuchado, no deja de ser la col rizada pero llamada así, te parece una tontería... pero me resulta más apetecible de probar, ja ja jaaa.

Me sorprende este plato tan colorido y bonito, gustadome mucho toda la combinación de sabores en un solo plato, resultando además saludable, completo, lleno de nutrientes y súper saciante. Lo cierto es que comer en bowls (o bols, a la española) más allá de ser una moda o una excusa más para darle caña al postureo, también tiene sus ventajas, será por eso que la están petando en todo el mundo y Burgos no iba ser menos.

Quizá por falta de costumbre me pareció un plato más crudivegano, por los sabores o la ausencia de cocción de algún vegetal, pero me pareció muy original y OJO porque no pienso perder la pista a estos platos.

La comida veggy termina con dos clásicos postres, energy balls a base de chocolate y una riquísima tarta de zanahoria 🥕 de esas como para llevarte media docena a casa para disfrutar en tú sofá favorito debajo de la mantita.

No seas tan tiquismiquis y déjate caer por este lugar que sin duda te recomiendo ya que además, personalmente Cúrcuma me ha enseñando a apreciar ciertos vegetales, así como su elaboración, que me ha parecido de lo más curioso.

Me encanta disfrutar de lugares nuevos, alimentos desconocidos para mí y congelar momentos que saben requetebién. Así que nos veremos pronto cúrcumitas.

* Me queda pendiente probar ese vermut elaborado al que eche el ojo!!!

Pincha en el enlace: Cúrcuma Green Foodhttps://curcumagreenfood.com/

Desde luego en Cúrcuma Green Food podrás comer, amar y gozar tanto - o más- que un carnívoro... aunque he de confesarte que al día siguiente me dí un pequeño festín a base de jamón y queso 🤦🏼‍♀️