LA PEDRAJA. BURGOS.

De cuando en cuando a uno le apetece escaparse a un local de esos en los que simplemente, comer bien y rico, sin más faralaes.
Hoy quiero presentarte La Pedraja un restaurante sin medias tintas con un concepto gastro clásico que te encantará si buscas una experiencia foodie, honesta y sin florituras en la que la cocina de siempre es la protagonista, el lugar ideal para una comida o una cena de relax en pareja o con tu familia, nos vamos???

Y es que aunque en Burgos la oferta gastronómica en los últimos tiempos es de lo más variopinta y apetecible, de vez en cuando me apetece salir de mi zona de confort y alejarme del cogollo del "centro" y alrededores.

La Pedraja se encuentra en la Avd.de la Constitución 76, aunque no está precisamente a tiro de piedra del centro, merece la pena aventurarse en este pequeñito viaje para ir a catar la cocina de un clásico de Burgos, una propuesta de aires tradicionales, pero deliciosa y a muy buen precio. 

Así que para disfrutar del todo de está experiencia gastronómica y olvidarte del coche, te recomiendo que cojas el autobús urbano, te plantes en un santiamén en la zona más conocida como gamonal y te tomes un par de vermutes para coger energías...  andando y sin darte cuenta, en diez minutos estas en la puerta de La Pedraja, un restaurante de los de toda la vida. 
Un clásico entre los burgaleses que yo aún no había tenido la ocasión de conocer, pero llegó el momento...



Tras pasar una zona de barra (casualidad o no, ese día vacía)...  



... Entramos en el rústico comedor, como esos de los de toda la vida, castellanos, con sus vigas de madera, mesas con manteles de lo más coqueto y hasta cojines en las sillas de mimbre muy cuquis. Detalles hechos con cariño, con el de antes y el de ahora... plantas y luz a raudales. 
Un lugar acogedor y con alma de verdad, donde te sientes como en casa desde el primer momento.






En esta ocasión nos reunimos un grupo de ocho amiguetes... perfecta la compañía y única la ocasión para poder hincar el diente a más delicias gastronómicas sin pudor, de cuantos más platos mejor, (sharing is caring!).

En seguida aparece en escena Micheldicharachero como él solo, alma mater y dueño de La Pedraja desde hace media vida, que con su sonrisa y amabilidad nos mete a todos en el bolsillo al instante !!!
Hace acopio rápidamente deleitándonos con una carta casi interminable de los platos a escoger en esta jornada. Aquí no hay carta, no hay precios, te cantan los platos según lo que tengan ese día... así que es toda una sorpresa!!!

Acompañamos la experiencia con una copita de vino rica, ¡mano de santo! no hay nada que se resista a un buen maridaje. Tinto crianza La Capilla, un sabroso vino carnoso y equilibrado, fruta roja con ciertos toques sutiles a madera, suave y elegante.



Alicia, mano derecha de Michel, nos trae un riquísimo aperitivo para ir abriendo boca, compuesto por unos frescos mejillones de roca a la brasa con su majado de ajo y perejil que no enmascaraba el sabor para nada... me chiflan!!!



Elegimos unos cuantos entrantes para compartir y dar gusto a todos los comensales por igual...y entre risas y brindis comenzaron a llegar. 

No te puedes perder los Chopitos con verduras tiernos y jugosos acompañados de verduritas crujientes cortadas en fina juliana, una mezcla de sabores increíbles y original.



Las alcachofas con jamón, súper tiernas, sabrosas, las tienes que pedir sí, o sí... delirantes!!!


Si te gusta la casqueria mis amigos te recomiendan los sesos con gambas y las mollejas bien frititas!!!



Elegimos un segundo para cada uno... que...al final también compartimos, je, je, jeeee, entre un -¿queréis probar?- esta riquísimo- prueba, prueba- te importe que unte un poco de tú salsa!? y así un largo etc... de excusas.

El repertorio de carnes y pescados fue variado y del agrado de toda la mesa, platos sabrosos de la cocina española tratados con cariño, de forma fiel y auténtica.


Como traca final una torrija casera, de esas que quitan el sentido... parapetada de su guarnición y todo.



Este lugar tiene un je me sais quoi que enamora, un lugar especial en el que el tiempo hace carambolas y los sabores de ayer vuelven a mostrarse más sencillos y puros que nunca. Un lugar que caramba!!! que dispara la morriña y conquista el corazón.


Y esto es en definitiva lo que vas a encontrar en La Pedraja: pasión y originalidad volviendo a sabores de antaño con un producto (como dirían nuestras abuelas de primera) todo ello sin olvidar el trato amable, detallista y cariñoso que recibimos por parte de los anfitriones Michel y Alicia... Unos más tímidos que otros 😜




Aquí comimos (mucho y variado), rememoramos, nos reímos, suspiramos ante cada plato y vivimos en definitiva, una experiencia gastronómica exquisita e inolvidable. 
¿Cuando repetimos viaje a La Pedraja?








Comentarios

Entradas populares