ENOTURISMO EN LA RIBERA DEL DUERO.

¡ Ay... vino, vino! La bebida patria por antonomasia, el "caldo" del señor, el elixir de los poetas. Tinto, blanco o rosado (siiiií, existe!!!), lo mismo da. Algo tiene ese el líquido que se está convirtiendo en la bebida más fina, traviesa y millennial de culto (con permiso del vermut) : Será ese carácter entre viejuno (por ser una de las bebida que han disfrutado nuestros tataratataraabuelos) y molón? Será ese despiporre elegante que te consume después de un par de copas? Será ese golpe de nariz inigualable?

El caso es que me gusta el vino y de vez en cuando me gusta pasearme por alguna bodega especial un fin de semana cualquiera, en buena compañía... para disfrutar de paisajes, de lugares y caldos inolvidables. 
Momentos...

Olvídate de aquella imagen repetida de Bodegas decrépitas. Hoy en día, la enología es modernidad, tecnología y con ello, a veces arquitectura espectacular. Viajar para visitar una bodega, es uno de los imanes de la provincia tanto de Burgos como de Valladolid, donde la producción vitivinícola es el eslabón más popular en la cadena del tentador turismo gastronómico.
Digo eslabón, pues esto funciona así: me paseo entre Burgos y Valladolid. Visito unas cuantas bodegas. Hago unas catas. Como en un lugar idílico. Disfruto en un antiguo molino de lo más cuqui mientras ceno en un ambiente agradable. Duermo en un hotel rural chulo.

Copa en mano, que nos vamos...

Una de mis bodegas favoritas de la provincia de Burgos es sin duda Viña Sastre, situada en la localidad de La Horra ( D. O. Ribera del Duero). Sus inicios se encuentran en los años 50, aunque realmente la bodega fue fundada en 1992... momento en el que comenzaron a elaborar el vino procedente de sus primeras 23 hectáreas de viñedo. 



Partiendo de un serio trabajo en agricultura biologíca y biodinámica, sus viejas viñas ofrecen una tempranillo intensa y seductora. En la actualidad la viña ocupa 45 hectáreas por varias zonas de La Horra, gracias al trabajo y al amor que esta familia ha demostrado siempre por el viñedo y por la tierra.
Personalmente me parecen unos vinos auténticos, equilibrados, llenos de matices que consiguen emocionar.... además, por su personalidad.



No pude dejar pasar la ocasión de este paseo por la provincia para hacer una pequeña visita a la bodega y comprar algun capricho!!!



Chivatazo... si eres de los que te gusta el vino rosado, te informo que en unos meses sacan al mercado un clarete o rosado con un colorazo bárbaro, tuve la suerte de verlo con mis propios ojos y te puede asegurar que este vino promete, visualmente muy apetecible. Sobre todo ahora de cara al buen tiempo, estate atento.
Gracias Guillermo, por tu tiempo y amabilidad.


Llego a la provincia de Valladolid, concretamente a Sardón de Duero a la Abadía Retuerta LeDomaine donde un remanso de tranquilidad despunta entre 700 hectáreas de viñedos a orillas del Duero. Sus espectaculares vinos están comercializados bajo la denominación Tierra de Castilla y León.



A pesar de la insistente lluvia que quiso venirse conmigo de visita, en ningún momento fue obstáculo para disfrutar durante toda la jornada de un lugar espectacular que me habían recomendado (Gracias Alberto y Ruth), el cual tenía muchas ganas de conocer... 

Ante mis ojos se extiende en el horizonte la bodega Abadía Retuerta LeDomaine, un monasterio del siglo XII rodeado de viñedos, el entorno y las vistas son maravillosas, un lugar que invita al descanso, al deleite de los ojos y el paladar, en un ambiente tranquilo y relajado. 



Me parece muy interesante la combinación de tradición y modernidad, siendo así reconocida como una de las bodegas más avanzadas de toda Europa.

Pero Abadía Retuerta LeDomaine no solamente encaja en la definición tradicional de bodega, es mucho más.... es un hotel de 5 estrellas, un spa de ensueño, un restaurante con estrella Michelin. Es como lo denominan ellos mismos, un "ecosistema", el poder conectar todo esto haciendo que convivan y resuenen juntos, en un marco incomparable!!!



Una vez dentro, el entorno continúa siendo espectacular, cada estancia, cada comedor, toda una maravilla que desde luego te recomiendo... Date un capricho, una alegría a ese tú cuerpo serrano que seguro te mereces y te lo agradecerá.








La experiencia gastronómica la disfruté en el restaurante La Vinoteca (el Refectorio, estaba cerrado), situado sobre La Cueva, donde reposa la colección privada de Abadía Retuerta desde sus orígenes. 
El espacio es sumamente acogedor, tranquilo. Luces tenues y cálidas por toda la estancia. 


Me encanta la pared decorada con botellas de la bodega sutil y estratégicamente colocadas que junto a la madera, hacen de este, un lugar encantador.






La propuesta culinaria del restaurante La Vinoteca está muy bien pensada y elaborada con productos locales entre los que se cuentan, por supuesto, los que elaboran en la finca (miel, sal de vino, piñones...). 
Varios entrantes, pescados y carnes como platos principales, opciones originales y muy creativas, con un twist moderno, forman parte de su carta. Platos para gustar y degustar elaborados por su chef Marc Segarra, con una estrella Michelin.

La carta de vinos es impresionante... existe una carta que incluye añadas antiguas y formatos especiales de Abadía Retuerta, así como lo que denominan "Winemaker's Collection Wines", que no son sino los experimentos privados de el enólogo de la bodega Ángel Anocibar
Además cuentan con otra carta con una amplia selección de vinos de distintas denominaciones y de etiquetas extranjeras de diferentes zonas vinícolas del mundo. 



Es de agradecer que más de la mitad de los vinos de la carta puedan tomarse también por copas, todo un lujo para los amantes acérrimos al vino. Ahora eso sí.... te van hacer los ojos chiviritas porque te apetecerá probar más de dos y tres.

Acomodados tan ricamente en una zona muy acogedora del comedor, tanto Joao (sumiller) como el personal de sala estuvieron pendientes y aconsejándonos en todo momento. Profesionalidad y amabilidad, como no, a la altura del lugar.

Nos convidan a un aperitivo a base de olivas y de una extraordinaria emulsión de aceite, que por su maravillosa consistencia más parecía mantequilla, que aceite.... para llevarte unos tuppers a casita.


Por recomendación probamos el mejillón tigre y un par de entrantes a compartir entre dos, ojitooooo.....menos mal que pedimos "medias raciones" porque aún así nos sorprendió lo abundante de las mismas. 


* Pastrami ibérico con piparras y setas, un plato lleno de matices y texturas que me encantó, el pastrami en su punto muy sabroso y el toque refrescante de la piparra todo un acierto para darle la chispa divertida y original con el toque de las setas.


* Pulpo con vinagreta de almendras,queso ahumado y cebolleta. Nunca se me hubiera o hubiese ocurrido probar pulpo junto a queso o almendras, una mezcla curiosa y atrevida que me gustó mucho, pese a que el punto del pulpo en mi opinión estaba un poco duro.


Espectacular el vino blanco de Abadía Retuerta LeDomaine. Un vino de guarda del terroir fruto de 15 años de investigación, obtenido de viñas sauvignon blanc (60%) plantadas hace 19 años, enriquecido con un toque de Verdejo y de otras variedades blancas como la riesling, la gewurztraminer o la godello.



Un blanco maravilloso que por supuesto te recomiendo que pruebes sin dudarlo, ya me contarás, ya!!! Y eso que este vino surgió de un fortuito error.

El plato fuerte llega en forma de una chuleta de vaca curada 40 días con pimientos asados y su bol de patatas fritas.



Las palabras se quedan cortas... para expresar con palabras como estaba este gustazo de plato. Como decía el dramaturgo inglés Bernard Shaw, "no hay amor más sincero, que el que sentimos hacia la comida".
Una carne sabrosa, en su punto perfecto y ya si te cuento que todo ello maridado con unos tintos que quitaban el sentido...

Por cierto, los vinos los fuimos probando por copas, no te vayas tu a pensar... que te conozco 😜.


El vino de referencia de la bodega es Abadía Retuerta Selección Especial donde se mezclan los mejores vinos de la añada, que se presenta como una radiografía perfecta de la finca, una virgueria de vino!!!

Con un café y una infusión que me costó elegir porque apenas tenían, nos preparamos para sentir la pureza del aire de la Ribera del Duero a lomos de un 4*4...



Fernando nos estaba esperando para darnos un paseo por los viñedos, durante cerca de dos horas nos enseña y explica los lugares más singulares de la finca. 
Una finca enorme, como si fuesen océanos de viñedos y que da gusto ver lo perfectamente cuidada que está centímetro a centímetro.

Entre otras muchas cosas nos contó que la filosofía de Abadía Retuerta radica en la vinificación por pagos. El suelo de cada una de sus 54 parcelas tiene una composición diferente: arcillas a la orilla del Río, arenas en la ladera, caliza en las alturas...Por tanto, cada "pago" acoge una única variedad de uvas que se seleccionan con sumo cuidado para extraer de cada una de ellas, lo mejor la tierra.

Acabado el paseo, visitamos las entrañas de la bodega, diseñada por el francés Pascall Delbeck, es una de las más avanzadas de Europa. ¿Sabías que fueron pioneros en mover el vino por un sistema de gravedad? Por lo visto toda una tendencia a nivel mundial en los vinos de alta gama que busca recuperar los procesos naturales de elaboración. Curioso eh?!



Con su posterior cata de dos de sus barricas...




Toda una experiencia que aúna tradición, cultura, gastronomía en un paraje histórico.


Creo que podría quedarme a vivir aquí!!! 



Pd: próximamente... la cena😜



















































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