EL CÍRCULO. BURGOS.

Lo de hacerme mayor lo voy notando en esos pequeños detalles del día a día. A veces me gusta comer en lugares sencillos, sitios agradables, en un ambiente tranquilo, alejados de focos de masas, antítesis de sitios para dejarse ver donde el trato es familiar y donde se come razonablemente bien. Ni gastro-lugares, ni neo-tabernas, ni otras historias de nuevo cuño... Y es que no solo de estrellas Michelín vive el hombre o en este caso yo misma... je, je, je.

Por definirlos con cariño los lugares tipo "casa de comidas" me gustan, y este puede ser uno de estos detalles en los que noto que me voy haciendo mayor... afortunadamente.

El lugar que te quiero enseñar hoy, seguro que lo conoces aunque no sea más que por haber pasado cientos de veces por la calle Concepción a la altura del número 21, incluso a sabiendas que este local (bar-restaurante), es de la Caja del círculo de toda la vida....quizá no sabes exactamente que se esconde detrás de sus altísimas puertas o ni siquiera llegaste a entrar nunca.


Con el restaurante El Círculo no sé si debo utilizar (con todo cariño) el concepto de "patito feo"... esos establecimientos anodinos, simples y poco atractivos que encierran sin embargo una cocina más atractiva que su aspecto. 

Lo dicho, por fuera tiene aspecto de bar de barrio, o de centro social, con diferentes pizarras o carteles anunciando los menús del díamenús especiales, bocadillos, comida para llevar a casa... o las Jornadas de la matanza que celebran cada año y de las que recomendadas por unos amigos más por curiosidad que por otra cosa, te cuento hoy a ti y aquí!!!


La verdad es que de primeras ofrece pocos argumentos visuales para entrar, pero una vez dentro el aspecto es un poco menos desolador... con su larga barra repleta de pinchos los fines de semana junto a unas pocas mesas, a pesar de que mi primer pensamiento fue el de un comedor, o club social donde echar después de comer la partidilla...o un Órdago....


La decoración del amplio y luminoso comedor es bastante parca de ornamento, diría que casi inexistente, como anclada hace 20 años... alguna que otra foto en sus paredes por aquí por allá y poco más. 


En una de las paredes destacan sobre todo... unas enormes letras con un mensaje para no olvidar que el comedor es de una institución social y ante todo es religiosa. 


Una vez acomodados en una de las mesas del comedor (nada de mantel de tela, pero eso sí dos servilletas y todo limpio y curiosito), la cosa mejora sustancialmente con la amabilidad del personal. Se trata de un lugar acogedor, sencillo, con cierta personalidad, que genera un ambiente familiar cercano.


Te enseño la foto de las octavillas que presentan este festín gastronómico (sin alardes, ni pretensiones de ningún tipo) que es curioso.


Comenzamos con un tinto Valnogal con 6 meses de barrica, en porrón de toda la vida para el que sea habilidoso 👆🏼, bastante más que correcto, Pa Pasalo.


* Pa Picar, jamón curado, cecina y queso de oveja. Lomo y chorizo en aceite...Cuando nos sacaron el primer plato con el jamón, la cecina y el queso para los cuatro que éramos, la ración nos pareció correcta.... pero cuando nos sacaron acto seguido el segundo... yo creo que en ese momento nos llenamos solo de pensar lo que aún nos esperaba.



En general rico, sobre todo el lomo y el chorizo. El jamón de aspecto un poco "pocho" 😬.


* Pa empezar bien, morcilla, morro, torreznos, costillas... todo sabroso, aunque el morro chicloso y nada crujiente, no me gustó.


...Y Jijas fritas, el plato que más me gustó sin duda de todo el menú, muy jugoso y con sabor!!!


Ya por último y * Pa Llenar por sino lo estábamos, ya Codillo al estilo pueblo, dos cazuelas de barro con una pieza, como ves bastante generosa para cada pareja.


* Pa postre, naranja con azúcar moreno y rosquillas de la abuela, casero, sencillo y súper delicioso. De esos postres de toda la vida que apenas se degustan ya en los restaurantes y que creo que la última vez que lo comí fue porque me lo preparo mi mamá.
Menos mal que siempre queda un pequeño resquicio en mi estómago para disfrutar de estos momentos dulces, por muy llena que esté.


* Pa terminar, moscatel, orujos y café.


Aquí ya que me detengan porque me vine arriba y probé hasta un sorbito de moscatel que hacia mil años que ni lo olía...el caso es que me gustó 😇.


Comimos por 35€ cada pareja. No te engaño, este no es un sitio para llevar a un cliente a cerrar un acuerdo, no es ningún local de lujo, la ausencia de decoración actual es evidente, no esperes ningún emplatado del otro mundo...
Pero pienso que precisamente la esencia de este restaurante es sentirte como en casa y fundamentalmente lo consiguen por dos cosas: por la comida sencilla, casera, sin artificios y la otra mitad de la fórmula de éxito el servicio: atentos, eficientes y cercanos. Lo dicho, una casa de comidas correcta que a buen seguro conocen sobre todo, los clásicos parroquianos de la zona.

Así que aprovechando los buenos precios de este local y dado que estamos a fin de mes, o que simplemente no te apetece cocinar... aún estás a tiempo hasta el próximo domingo de reservar y darte un viaje a "vista de cerdo"para disfrutar de las lindezas de este mamífero que como dicen las abuelas "se comen hasta los andares".

Mi experiencia ha sido agradable, gracias al ambiente tranquilo y por supuesto a una compañía maravillosa, donde comimos, amamos y casi rezamos. Así que no tienes excusa... queda con tus mejores amigos y a disfrutar.


Gracias Erasmo, por salir a saludarnos y por la charla agradable que mantuvimos. 









Comentarios

  1. Un placer Berta...Graias por tus palabras....EL CIRCULO

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    1. Perdona que te conteste ahora... pero te leo en este momento... no sé qué ha pasado estos meses pero no recibía ningún comentario!’
      Me alegro que te haya gustado, saludos!

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  2. Buena promoción Marisol. Se la mando a mi amigo navarro...

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