YAYO DAPORTA. CAMBADOS.

 Seguro que tu madre te ha dicho que está mal ser caprichoso (la mía también lo ha hecho), hoy, no quiero llevarla la contraria (mamá siempre tiene la razón), pero oye la vida es corta y de cuando en cuando, hay que darse una alegría.
Mi propuesta de esta semana, lo confieso, es otro pequeño capricho gastronómico, dando así por finalizado mi periplo por Galicia. Un pequeño “gran” pueblo como Cambados, en el que a la vez de disfrutar de la fiesta del Albariño, también tuve ocasion de intentar darme un homenaje.

Y es que comer y viajar... uhhmmmm... todo es empezar. La gastronomía es parte esencial de la cultura, aunque en este aspecto hay tantos gustos y opiniones como colores...
Hasta aquí lleguo yo... a Cambados, un pequeño pueblo pesquero perteneciente a Pontevedra, en medio de las rías Baixas, que además de por muchos otros motivos, ha conseguido asomar al mapa nacional gracias a un mediático cocinero como Yayo Daporta, uno de los cocineros más jóvenes en conseguir la preciada Estrella michelín (2008),  que sigue manteniendo y que además en el 2015, estrenó su segundo sol Repsol.


 Atravesando las agradables y bonitas adoquinadas calles de esta maravilla de pueblo, rápidamente localizo el Restaurante de Yayo Daporta, que ya tenía localizado y reservado previamente hacia un par de meses. Una preciosa casona de piedra aparece ante mis ojos, asi, como muy señorial y tradicionalmente gallega, en pleno casco histórico.




Fusionándose como puedo comprobar al acomodarme en su pequeño comedor que da cabida a unas seis o siete mesas, con una decoración mucho más moderna y en donde los cuadros que recubren las paredes, aportan el puntito de color a la sobriedad de la sala.



Un espacio agradable, con luz tenue, donde tiene gran importancia la bodega a la vista, una gran cava de paredes de cristal ("necesito una así para mi casa"), donde puedes entrar, hacer tus delicias disfrutando entre tantas divinas y diversas referencias y escoger tú mismo el vino, asesorado en todo momento (siempre y cuando necesites) por Esther Daporta, jefa de sala, sumiller y hermana de Yayo Daporta.

                             

En Yayo Daporta proponen una variada carta y dos atractivos menús degustación que van actualizando basados en los mariscos y pescados de la zona. 
Yo como forofa que soy de los menús degustacion, allá que me lio con uno compuesto por sus seis platos más el postre... 
He de comentarte que dado la situación marítima de el restaurante y su propuesta culinaria gallega, comprendo que es una cocina basada en un producto en el que predominan sabores y aromas marinos y los platos giren en torno al producto local... pero quizá me parece exagerado tanto plato similar ??

      

Por otro lado, me chifla la opción (poco vista) de poder acompañar cada menú degustación, con distintos menús degustación de vinos, todo un acierto, adentro de original!!!

      

El menú de vinos de Galicia, unas selección de cinco vinos de las diferentes denominaciones de origen gallegas, cuatro blancos y un tinto para el único plato de carne de todo el menú, fue la opción eligida para degustar plácidamente.
No quiero alargar este post mucho más, así que te enseño cada plato y hago una valoración general.

Comenzamos rompiendo el hielo con un Snack de la casa, un tapenade (típico de la Provenza) de aceitunas y anchoa con grissini (que son los palitos de pan).

               

El festín empieza con un pequeño aperitivo a base de Tartar de Xurel y Aguacate (aunque en el menú ponía "brevas") con crema fría de puerros, huevas de trucha y aceite de albahaca, maridado con un Albariño 2016, DESCONCIERTO, primera añada y primer proyecto personal del "enólogo".
Un vino producido en la Villa de Cambados. Sabroso a la par que desconcertante, marcado por un sabor salino y afrutado.
El plato, correcto, sin más. 



El Segundo aperitivo es una Brandada de bacalao y ajo negro, crujiente de choco y sardina ahumada.


Una especie de crujiente tintado como de tinta de calamar ... pensado para comer con la mano, te puedo comentar que tenía un sabor ahumado y punto. 


Xarda a la Brasa propio jugo y tallo de Wakame y Yemas de espárrago blanco a la brasa con crema de trigueros.
Este par de platos nos los maridó Esther Daporta que nos estuvo atendiendo con los vinos durante toda la comida, con un Ribeiro.



Quiero hacer una mención especial para el plato que más me gustó.... Merluza de bajura al vaporgelatina de moluscosalmejas y Wakame.


Maravillosamente armonioso su potente sabor, exquisita textura, resaltando en todo momento el sabor a mar de la Merluza, un plato de matrícula por el majestuoso producto tratado con tanto mimo y su perfecta elaboración, todo ello regado por un blanco con barrica Quinta da Muradella Gorvia 2008. Un vino con agradable post gusto, bastante largo con recuerdos a fruta madura y a su paso por barrica.


Un compendio de sabores junto con el vino, intenso, aromático y delicado, difícil de explicar con palabras, pero altamente recomendable, un plato de esos que te llena la vista, el olfato y sobre todo el paladar.

El menú llega a su fin con un Gallo de corral en Pepitoria con crema trufada de patata y setas salteadas.
Maridado con un tinto Volátil de la Ribera Sacra, ácido, con fermentación en barrica.


Nada de nada me gustó, un plato totalmente desestructurado, en el que cada ingrediente pululaba a su bola y sin que casase ninguno de los sabores, en mi opinión. 

La llegada del postre que consistió en una Sopa de chocolate blanco con helado de frutos rojos y galletas de sésamo, no consiguió mejorar esta comida.



Quede claro que mi opinión es solo mía y es mi momento puntual que transmito desde aquí, a quien quiera leerme. Es probable que si alguien ha estado en este restaurante no esté de acuerdo conmigo, pero es mi versión y repito mi momento.
Considero que no suelo hacer críticas especialmente duras en general (de hecho muchos de vosotros me soléis decir que soy muy blanda con las críticas), así que dicho esto y que quede claro que no quiero faltar el respeto al trabajo y buen hacer de las personas,  no me queda otra cosa que decir que este restaurante me ha decepcionado mucho, a pesar de como comentaba al principio querer darme ese capricho gastronómico y la ilusión con la que llegué, no volvería.


Mentiría si digo que los sabores o el producto son malos, para nada, la materia prima muy buena las elaboraciones correctas, pero en mi opinión, un restaurante de esta categoría con una estrella michelín y dos soles Repsol y sin querer compararlo con ninguno otro de características similares...  no me ha aportado nada nuevo, ni sorprendido un poco, los platos demasiado clásicos, aburridos... no he comido mal, pero tampoco todo lo bien que cabía esperar. 
Quizá tenía las expectativas demasiado altas o es probable que no haya comprendido el concepto de este restaurante.

El servicio tampoco ayudó a crear un ambiente agradable, nada del otro mundo y en concreto la sumiller sabrá mucho de vinos no lo dudo, pero me pareció seca, tirando a antipática, forzada, sin transmitir, ni "da-portando" al igual que la comida nada de alegría, pasión o una pizca de algo especial???
Total, que un bocadillo de calamares, seguro que me hubiera sorprendido lo mismo, la diferencia es que me hubiese salido algo más económico.

El camarero que atendió nuestra mesa, se limitaba a cantar el nombre de los platos de carrerilla y listo, pufff, una pereza de lugar y de ambiente.



Un tímido y sonriente Yayo Daporta, saludó mesa por mesa y desde luego fue el más amable, sencillo y educado.
Un gran profesional sin duda alguna!!!

                                      



Aún así, mi consejo? Búscate una excusa para tranquilizar a tu Pepito grillo particular, que tienes curro nuevo, que ya es otoño, que el amor está en el aire, ¡lo que sea!, pero viaja, prueba lugares nuevos, disfruta y sé feliz como una perdiz.



Comentarios

  1. ¡Que reportaje más chulo visualmente hablando! y¡que pena que no quedases contenta con la experiencia!. En parte porque el chef, este Yayo Daporta, me ha caído siempre bien cuando le he visto en la tele, pero sobre todo por las expectativas que llevabas y que no se vieron satisfechas.
    Tal como me lo cuentas me recuerda mucho a mis sentimientos después de pasar por nuestro "Cobo Vintage" después de haber recibido su estrella michelín: que se percibía que la materia prima era muy buena y estaba bien tratada, pero eché de menos la emoción y la sorpresa que uno espera sentir en esos sitios, esas que se producen cuando se juntan el talento, la creatividad y el trabajo bien hecho.
    En cualquier caso que esto no te desanime de darte todos los caprichitos posibles, jaja, que la vida suele ser bastante roñosilla a la hora de repartir las pequeñas alegrías y está muy bien que cada uno se las suministre siempre que pueda en la medida de lo posible, ¡si señor!
    ¡Feliz estreno de Octubre, guapa!

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  2. Dios mío, con la cantidad de buenos sitios que hay en Galicia para comer bien y en abundancia...
    No me extraña que te haya decepcionado el restaurante: el tener una estrella Michelín y ese nombre tan ridículo de Yayo Daporta, ya es sinónimo de pagar mucho por comer poco y mal... Y viendo las fotos de los platos, me ratifico en que este tipo de restaurantes son una engañifa para sacar el dinero a la gente. Pero oye, cada uno se gasta el dinero en lo que quiere, faltaría más...

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    1. Gracias por tu comentario.
      Puede que tengas razón, pero me apetecía probar en este lugar y así de paso opinar sobre el mismo.
      Casi lo que menos me gustó fue el servicio y eso sí no lo tienes asegurado en ningún lugar.
      Un saludo.

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  3. Para gustos colores, y para hablar con propiedad, la RAE 😉
    Etnología: ciencia que estudia las causas y razones de las costumbres y tradiciones de los pueblos.
    Enología: conjunto de conocimientos relativos a la elaboración de los vinos

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    1. Y que viva Lázaro Carreter!!!🙌🏼😊

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    2. Gracias por tu aclaración y perdón por la confusión, aunque de momento diferencio los dos conceptos... A veces la tecnología se vuelve en mi contra a😜

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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