POLISON. BURGOS.
Hoy quiero invitarte a que te calces tu mejor par de zapatos (mucho mejor, si son unos Manolos...je je je...). A que agarres del brazo a tu enamorado/a y a que os regaléis una pausa o, por qué no, el cielo.
Te presento un lugar elegante y especial, pero no pretencioso, un lugar en el que comer de fábula y en el que sentirte como el rey/reina que tú eres, en pleno centro de Burgos, aquí mismo en él espectacular Paseo del Espolón: el restaurante POLISON (el Pinedo de toda la vida), con la misma gerencia de El 24 de la Paloma!!!
¿Vamos?
El restaurante POLISON es un pequeño oasis de paz en pleno centro de Burgos. Lo encontrarás cerca de la estatua del Cid, detrás del Teatro Principal.
Después de un tiempo cerrado, tras un renovado lavado de cara... y a pesar de eliminar la maravillosa puerta giratoria de madera que había (supongo que por practicidad), sigue manteniendo la esencia y el encanto de siempre.
Una terraza, en un marco incomparable rodeada de árboles, que es el no va más a cualquier hora del día y la envidia de todas las terrazas.
El espacio interior conquista desde el primer instante por su decoración agradable, nada obstentosa, que apuesta por la sencillez, con guiños al pasado, como la balaustrada...muy vintage!!!
No abundan los detalles coloridos, ni falta que hace ya que con el paisaje y la luz que entra a través de sus grandes cristaleras, es ya de por sí todo un lujo del que poder disfrutar.
Dividido en dos plantas, en la superior se encuentran el restaurante muy acogedor y es que desde que inaugurarán en septiembre, llevaba tiempo buscando la ocasión para acercarme y conocer de primera mano la propuesta gastronómica de el restaurante POLISON, de la que por cierto tenía buenas referencias.
Confesarte, que me ha sorprendido gratamente encontrar una carta basada en un buen producto de proximidad y estacional, manipulado lo menos posible y presentado de formas muy originales y estéticas.
Guiños internacionales presentes en muchos platos y una cocina atrevida e innovadora que no me ha dejado para nada indiferente.
Además de la carta, proponen un par de menús que me parecen muy interesantes: él menú Bambalina que consta de varios platos ya escogidos por el equipo de cocina.
Y un menú Degustación que puedes elegir tú mismo compuesta por un aperitivo, dos entrantes, carne, pescado, prepostre y postre. Ambos menús se sirven por mesas completas.
Comentarte que la carta de vinos es muy extensa con unas 800 referencias tanto nacionales como extranjeras a tutiplén... en definitiva una pequeña "Biblia" súper currada y con breves explicaciones de cada una de las bodegas, una maravilla donde se me hicieron los ojos chibiritas!!!
Queriendo probar algún vino nuevo, nos dejamos recomendar y la verdad que fue todo un acierto la elección de un rico Ribera Avan del 2012 de las bodegas Torrubio, especias como el clavo evocan aromas en nariz, con un final fino y delicado muy sabroso.
Es encontrarme con un Menú Degustación y ahí me han dado... así que esta fué la elección para gozar de una noche de nuevos sabores y experiencias...
El aperitivo a elección del cocinero, es un crocanti de mantequilla ahumada muy curioso.
Y un pequeño bocado de crujiente brécol con tomate encurtido, una combinación original que llena la boca de sabor y frescura. Rico, rico.
Emplatado en riguroso directo y ante nuestros ojos... nos preparan con cariño un delicioso atún macerado con zumo de limón, pimienta, salsa de soja, semillas de sésamo tostadas, junto a una pizca de salsas picantes a base de rocoto (de la zona de Perú, es del género del ají pero más picante) y chile dulce.
Presentación vistosa y el gran sabor del atún muy acentuado por todos los ingredientes de la elaboración, en contraste con el picante en su justa medida y el toque fresco de la suave y delicada alga wuakame.
Un plato muy divertido y vistoso que en cuanto le hinques el diente te sorprenderá la calidad del atún y el equilibrio del aderezo del tartar. ¡ Pero que bien le queda el toque picante, el sabor marino y delicado del alga wuakame, junto al toque cítrico del limón !
* Arroz de carabinero, hierbas de marisma y aire yodado, llamado también manzanilla de jerez... toma ya!!!
El nivel sigue subiendo con un estupendo arroz con un saborazo bárbaro y en el punto de dureza perfecto, potencia su sabor las algas más oscuras que se ven en la foto, llamadas codium con un sorprendente sabor que recuerda al de el percebe y una original textura.
Por cierto, la hierba de las marismas es la hojita verde que aporta una textura crujiente y muy similar a la de los espárragos trigueros. Un plato divino, para sumase a la lista.
Será más estética la presentación del plato, pero me parece pelin escaso solo servir un carabinero, sabe a poco, la verdad.
* Merluza del Cantábrico a la bilbaína con vinagre de cabernet y pencas uno de los platos fuertes de la velada.
Verde que te quiere verde, verduras en estado puro, pencas y la salsa que cubre la merluza es una crema de espinas, en conjunto no está mal.
El pescado fino y en su punto de textura, pero en mi opinión el sabor de las espinacas resta sabor a la merluza anulándolo casi por completo.
* Lechazo de Burgos Pibil con sus tortillas de maíz.
Un viaje por la Riviera Maya al más puro estilo burgalés, la carne de cordero deshebrada tierna y súper jugosa, cocinada cual vil mejicano con zumo de naranja, especias secretas variadas... un pecadito que merece mucho la pena probar.
De primeras puede parecer too much contundente, pero acompañado del chucrut de remolacha, el cilantro y la crema de aguacate, rebajan y refrescan la pesadez de los mordisco que a mí me supieron a gloria con el punto de picante aportando intensidad a un plato fácil de encantar.
Al protagonismo de algunas de las fotos de mi blog que es un gran comensal de morro fino, pero todo un clásico, sin embargo no le gustó este plato, ya que el cordero asado es uno de sus preferidos y definió estas "tortitas de lechazo" con la frase célebre del día .... ¡ Me han travestido el cordero! 🙈😜
Nada mejor para concluir un buen homenaje gastronómico que un rico postre... en este caso comenzamos con un pre-postre ligerito (menos mal).
* Melón con crema inglesa.
Ideal, para concluir de esta manera ...sencillamente sabroso y el melón llevaba un toque de menta aportando frescor al ligero postre.
Pero la trama continúa Chocolateando...
Tierra de chocolate, roca, helado de chocolate, espuma de chocolate con cacahuete y chocolate de 85% con licor de avellana.
Felicidad en vena para los chocolateros acérrimos como yo!!!
... con el café...
Con la glucosa por las nubes.... pero feliz como una perdiz.
En definitiva, un gran descubrimiento del cual te quiero hacer partícipe y recomendárte, ha pasado a formar parte de uno de mis imprescindibles en la restauración en Burgos, además de por su maravilloso ubicación y sorprendente comida, por el trato que en todo momento recibimos.
Muchas gracias Pablo por hacernos sentir tan a gusto, por tu profesionalidad y amabilidad, nos volveremos a ver, seguro.
Tenía referencias muy dispares de este sitio, y estas últimas Navidades un problemilla con una reserva que al final -justo por el problemilla-no llegó a concretarse, pero también es cierto que acababan de abrir y no estaban aún muy organizados...después de leer tu crítica creo que voy a intentarlo otra vez, para empezar porque el sitio me encanta por si mismo por ese aire vintage que señalas y su emplazamiento...ya te contaré.
ResponderEliminarLo que me he tronchante con lo del cordero travestido jajajajaja...
Abracetes ¡y feliz Mayo!, Bertis