UN PASEO POR EL NORTE....I parte.

Una escapada por el País Vasco Francés es una opción muy a mano para los que vivimos en el norte de España.
En un par de horas de coche y algún que otro peaje nos plantamos en Hondarribia o Fuenterrabia, como más os guste, un bello pueblo con un enorme atractivo arquitectónico, imprescindible antes de pasar la frontera de Irún.

Comienzo por abrir la mente y darme cuenta que los días "lluviosos" en el norte curiosamente tienen su encanto. La fina lluvia parece flotar suspendida en el aire de unas calles tranquilas. El casco histórico también toma un aspecto más misterioso y melancólico si cabe...
¿No es una bonita ocasión para dar un paseo e inmortalizar estampas diferentes? 
Para venir al norte no hay que tener miedo al agua, que no te frene!!!


Teníamos noche concertada en el hotel RÍO BIDASOA, muy bien ubicado a tan solo 5 minutos a pie del centro de Hondarribia a través del paseo por el margen del Bidasoa con unas vistas preciosas.




De estilo minimalista, estancias muy agradables, habitación amplia sencilla y funcional.


Correcto de precio para tratarse de temporada baja, personal agradable y amable ofreciendo una buena atención y eso que solo pasamos una noche, os lo recomiendo.
Fenomenal el aparcamiento del hotel que además es gratis!!

*Esta situado muy cerca del Parador, el cual es tan espectacularrrrr como su precio por noche... únicamente si queréis daros un caprichazo y porque ya se sabe que pernoctar en un Parador es garantía de acierto, pero en mi opinión está sobrevalorado...


Vagabundear entre adoquines, casas blasonadas y toneladas de piedra, es toda una delicia...


A pesar de la lluvia (siempre me toca) y de la época del año más tranquila de gentío, dimos con un garito muy interesante en la popular calle San Pedro en el barrio de La Marina, donde se alinean bares y restaurantes en los bajos de dos hileras de casas blancas adornadas con balcones de maderas coloristas.



Una vinoteKa muy modernita y minimalista con una larga barra muy concurrida en la que disfrutar de un buen vino ( la oferta es amplia) y pintxos de lo más elaborados y de nivel.
Aunque en la barra siempre lucen pintxos fríos, el principal reclamo del local son los calientes preparados al momento.
Cuenta además con raciones, con las que poder completar una comida de corte informal en un ambiente de bar.

Una toma de contacto rápida para ir abriendo boca...

Disfrutamos en su terraza de un tinto con barrica Milu de Ribera del Duero... un trago ágil y fresco, un vino para todos los días y para todas las personas, junto a un par de tapas que quitan el sentioooo!!!


*Risotto de txipiron, gratificante el aroma de arroz negro con pequeño jibion a la plancha y cobertura de cebolla frita.


*Brocheta de "lecheritas", que se emplata sin pinchar (curioso, cuando brocheta viene de brochette, pincho o ensartado en francés) y con su guarnición.


Si me preguntáis si a buen precio....estamos en Hondarribia a un paso de la acaudalada Francia!!!😜

Ya que el tiempo no acompañaba demasiado por la lluvia, decidimos pegarnos una buena comilona en uno de los restaurantes más famosos y tradicionales de Hondarribia, el cual nos recomendaron, además de muy buena mano...

La Hermandad de Pescadores un garito que lleva funcionando como tasca hace más de 60 años, principalmente se dedican a la cocina vasca tradicional especializándose en pescado y marisco.

Se encuentra ubicado en un edificio emblemático de 1361 que fue originalmente construido para la cofradía de pescadores. Durante siglos este pequeño edificio fue el centro de la industria pesquera, o lo que es lo mismo el lugar donde los pescadores almacenaban sus redes.
Curiosamente fue construido con arena de la playa que por aquel entonces llegaba a sus puertas, sin embargo, si os fijáis cuando paseis por allí, la localidad se ha expandido bastante desde entonces ya que ahora el agua están dos calles más abajo.


Unas mesas de esas para compartir y hacer amistades con el de al lado, de te dan la bienvenida en cuanto cruzas el umbral.


Si eres precavido y reservas unos días antes puedes disfrutar de su pequeño comedor en una ambiente algo más íntimo.


Decoración sencilla y acogedora, con pequeños motivos, recuerdos y fotos de lo más marinero...




Varios entrantes, pescados y mariscos por doquier, algún que otro plato "carnívoro" y dulces caseros a discreción en su apetitosa carta.


Comenzamos nuestra especial "jamada marinera" con un Albariño bien frío y rico que no había probado antes... Intenso y aromático, así me pareció este Pazo de San Mauro 2014.


Damos comienzo al festín con "la" sopa de pescado, elegida por un periodista japonés como la mejor del mundo mundial... hasta los japonés se pasean por aquí, esto es internacional a tope.
Desde entonces tan famosa por aquí.... poco a poco y cucharada a cucharada nos fuimos trincando el bol entero, saborazo a mar, en su justa medida de espesor y con tropiezos a mansalva, espessstacular.... daban ganas hasta de untar la sopera y el plato....


Continuamos con un Centollo al estilo "vasco"de aquí de Fuenterrabia.


Acostumbrada como estoy al centollo cocido, el clásico de toda la vida... este como podéis apreciar es en caliente, relleno de la carne del centollo junto a una base de cebolla, zanahoria, puerro y tomate. Emplatado sencillo, con su gratin al horno y sabroso estaba si.... ya solo con el trabajo que tiene esto de vaciar las patas y rellenar la cabeza es casi obligado que te guste....

Pero en mi opinión, preparado de esta manera no me hace mucho tilín, me quedo con el tradicional.


Rematamos la faena con el plato fuerte de la comida un "peaso" Rodaballo a la plancha regado con su jugo, sus ajitos y guarnición de patatas asadas...



No podía estar más en su punto...fresco, sabroso, impresionante, de saltarsete las lágrimas de felicidad.
Una auténtica virguería de plato en toda su extensión.

Pero ya se sabe que a veces estas jamadas marineras dejan un pequeño hueco en la panza, así que nos tiramos al río y nos zampamos una Tarta de queso templada totalmente casera, recién hecha, con su bola de helado y demás aderezos, todo ello muy armonizado y rico de veras.... que la vida son dos diasssss.😜


Cafés y eteces...


Precio medio tirando a caro pero es que lo que digo siempre... en comparación con que??? Porque el producto no puede ser más fresco, muy bien tratado....cada plato cocinado de manera brillante, con mucho mimo y unas raciones más que generosas.
Si además y tan importante como las viandas le sumamos el trato tan amable y exquisito que recibimos por parte de todo el personal, es que merece la pena pagarlo y quedarte tan pichi.

Así que os recomiendo de manera tridimensional, este pequeño lugar de matrícula de honor.


Para concluir el día y "desengrasar" un poco el asunto después de la panzada de mediodía y dado que había que cenar...


Paseábamos a orillas del mar, entre el olor a salitre, en mitad de un aguacero que nos estaba cayendo de narices y debajo del paraguas que no paraba quieto ante esa brisa tan especial del Cantábrico... descubrimos de manera felizmente accidental como un regalo caído del cielo, la Marisquería Urdin en la calle Puntal 10, alejado del bullicio y con unas vistas maravillosas sobre la bahía del  Txingudi.
Nos pareció un buen sitio para saborear un trocito del Cantábrico y allí que nos metimos a descubrir nuevos lugares y disfrutar del MomentO y de sus gentes.


Al entrar nos encontramos un comedor sencillo pero agradable y acogedor. El azul prima en la estancia que junto con pequeños detalles náuticos... y por supuesto su pequeño vivero, imprimen al lugar un carácter claramente marinero.



Enseguida nos recibe Lupe muy amable y sonriente, que desde el primer momento nos hace sentir como en nuestra propia casa.
Comentamos con ella que tan solo nos apetece un pequeño y sencillo picoteo... Lupe nos asesora en todo momento y así conseguimos degustar un producto excelente con unas cuantas tapas de manera informal.

Con poco hambre como llegamos, nos tiramos el rollo pidiendo uno de nuestros clásico Albariños un Terras Gauda y un buen plato de camarones, ole por este comienzo.


Bigaros a discreción que disfrutamos como enanos...


Asomando van por el plato un par de deliciosas Necoras a la plancha.



La verdad que esta marisquería es digna de conocer, una pena que no tuviéramos más hambre para probar su cocina sencilla, tradicional y de calidad.
Buen producto en buenas manos.... las de los hermanos Mikel y Lupe que llevan toda la vida relacionados con barquitos que los surten de los mejores manjares y con pescadores del norte de Europa para traer a Urdin lo mejor del mar.

Apasionados de su trabajo, eso se nota por el cariño que transmiten en sus deliciosos platos y el mimo con el que nos trataron en todo momento, además de la agradable charla que mantuvimos con Lupe.


Gracias por todo y espero que nos volvamos a vernos cuando brille el sol 😊😉



Aquí os dejo pues, un pequeño retazo de mi visita a Hondarribia o Fuenterrabia una experiencia muy agradable y diferente.
Próxima parada... SAN JUAN DE LUZ.
































































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